Scania es, sin duda, una de las marcas de camiones con más influencia actualmente, con miles de unidades vendidas de sus productos en todo el mundo. Y hay algo que llama la atención: mientras que muchos de sus competidores americanos se decanta por los motores de 6 cilindros para dar potencia a sus modelos, la marca sueca todavía fabrica motores V8 para sus camiones.
Entonces, ¿por qué motivo sigue fabricando este tipo de mecánica desde que empezó a fabricarlos hace más de medio siglo?
ML Tops nos lo explica en el vídeo adjunto. Algunas de las razones van desde la potencia y el rendimiento hasta simplemente la tradición que tiene con este tipo de configuración.
Scania empezó a fabricar los famosos motores V8 a finales de la década de los 60, asombrando a todo el mundo por su fantástico rendimiento y potencia, que muchos expertos consideraron insuperable. Las primeras series del V8 DS 14, presentado en 1969, contaba con 14.2 litros y un turbocompresor que ofrecía 350 CV de potencia, casi 100 CV más que los motores de ese momento. Debutó en los modelos 140 Super de la marca, que se utilizaron para los trabajos más exigentes.
Cuando se presentó, el motor contaba como base con varios componentes provenientes del fabricante americano Mack. La marca sueca encargó bloques enteros de estas motorizaciones y los modificó para adaptarlos a las especificaciones que requerían sus camiones.
Los modelos propulsados por este motor se conviertieron rápidamente en los favoritos de los camioneros europeos, que veía cómo se incrementaba la necesidad de camiones poderosos debido al incremento del comercio internacional terrestre.
Otra de las razones por las que Scania continúa fabricando su popular V8 es el diseño de los camiones en Europa, con morros mucho más cortos que los modelos americanos debido a las regulaciones de longitud y a que se requiere mayor maniobrabilidad para conducir por las zonas urbanas.
La potencia y la velocidad que ofrecen estas mecánicas son otro de los factores para seguir apostando por el V8. Pero si hay algo determinante es la herencia y la buena imagen que ofreció este nuevo motor a la marca sueca en todo el globo.
Hoy en día, Scania sigue apostando por esta mecánica y la potencia que ofrece es descomunal. Uno de sus últimos modelos, el flamante 770 S, cuenta con un V8 de 16,4 litros y 770 CV con 3.700 Nm de par en una caja automática que reduce el consumo de combustible hasta en un 6%. Es capaz de trasladar unas 60 toneladas, y es uno de los modelos más elegidos para trabajos extremos en terrenos irregulares. Entonces, ¿por qué cambiar?
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