Esta ocasión os traemos este Scania Serie 4 escala 1:43, que en realidad se trata de una maqueta rara, de esas que si la buscas, cuesta encontrar, y un buen día das con ella en una feria de clásicos o en el lugar menos esperado. Eso sí, pocas veces hallas este tipo de piezas al completo.
En nuestro caso, solo encontramos la cabina, pero como nos daba en la nariz que tenía posibilidades, nos lanzamos a la piscina. Le faltaba parte del chasis, parecía tenerlo partido, aunque intuimos que se trataba de una configuración 4×2 sin saber para qué trabajo o aplicación.
Así que lo hemos reinventado como un Scania de doble carro para un transporte un poco especial, un Volvo escala 1:50 que los más fieles a la sección ya conocéis.
Para comenzar con la transformación, desmontamos la maqueta por completo, el chasis que tenemos, la cabina interior, y procedemos a pintar las partes para luego montar todo el conjunto.
En primer lugar, debemos buscar un chasis que se pueda adaptar fácilmente a las nuevas necesidades del Scania, así que chasis partido pasa al cajón de sastre. Creemos que el chasis del Saurer D330 TK puede adaptarse bastante bien, de modo que desechamos la cabina y aprovechamos todo lo demás.
Desmontamos el chasis por completo, y con la ayuda de la rotaflex lo adaptamos, pues la cabina del Scania es bastante más estrecha que la del Saurer. Recortamos los pases de rueda del chasis, con mucho cuidado porque son de hierro.
Aproximadamente, recortaremos medio centímetro en todo su perímetro, aunque ahora nos tropezará el parachoques del Scania en el frontal de los largueros del chasis.
Con la rotaflex en mano de nuevo y con sumo cuidado, le recortamos otra vez 7 mm para que ya no toquen.
Como las llantas del Scania son más bonitas, para colocarlas en el nuevo chasis tendremos que darle la vuelta al chasis y rasgar el lugar que ocuparán para poder colocarlas, pues la varilla que lo compone es de sección más gruesa que la del Saurer.
Atentos en este paso, porque se puede enroscar el disco de la rotaflex y como mínimo llevarnos un buen susto. Para finalizar el chasis, lo pintamos todo en color gris oscuro.
Pasamos a la cabina, cuyo exterior en esta ocasión no desmontaremos, sino que la empapelaremos para perfilar y pintar en negro todos los detalles que presenta. El parachoques, los fondos de chapa tras las puertas, perfilando a pincel todos los contornos de los cristales. El interior sí que lo desmontamos para pintarlo en colores grises y negros.
Por último, pasamos a montar la maqueta para asegurarnos de que encaja perfectamente. Cuando nos hemos asegurado de ello, llega el momento de fabricar los faros traseros y el resto de cosecha propia que queráis incluir, como cables y placas.
Nosotros, como es habitual, la ensuciamos un poco para echarle algunos añitos y el desgaste diario de este tipo de vehículos.
Más trucos
Este camión no tenía focos en la parte trasera, así que hemos tenido que tirar de la inventiva. Los hemos fabricado con unas tiras de plástico de 2 mm de ancho por 1 cm de largo. Los Scania tienen las puntas de los faros traseros redondeadas, así que con un cortaúñas le hemos dado ese mismo efecto, gracias a que el cortaúñas tiene precisamente esa forma.
Rotulamos con pintura transparente los distintos espacios, o lo que es lo mismo, intermitente anaranjado, luces de freno en rojo y, por último, los faros que dejamos en transparente. Después pintamos una cara de los faros, la que pintamos en pintura transparente, con pintura de color plata.