En la última revisión de sus modelos, Ford se ha empleado a fondo para realizar toda una transformación para ofrecer dos perfiles bien distintos de un mismo vehículo: la línea Transit para el trabajo y las variantes Tourneo para particulares y transporte de personas. Aunque ambas nomenclaturas ya existían con generaciones anteriores del Connect, en la actualidad, estas son más palpables. De hecho, viendo el interior de ambos Transit y Tourneo, casi podríamos afirmar que no se trata de un mismo vehículo.
Tanto es así, que a bordo de este Ford Tourneo Connect, en el acabado superior, el Titanium, el confort y la habitabilidad están a la altura de un gran turismo. Detalles que ofrecen un valor añadido como el pensar en los niños que ocupan las plazas traseras, al montar el espejo retrovisor gran angular para que conductor y acompañante tengan fácil y rápidamente una visión global de los tres ocupantes de la segunda fila de asientos, pues se trata del modelo de cinco plazas, y también la tercera fila, en el caso del de siete ocupantes, o el techo panorámico, entre otros, son claros ejemplos de su concepción como vehículo para el recreo y disfrute en familia.
Rodar y rodar
El Tourneo Connect, concebido para el transporte de personas y uso particular, monta sistemas y dispositivos que permiten disfrutar del viaje y del entorno, al ponérselo muy sencillo al conductor y, con ello, ser placentero para el pasajero. De este modo, este vehículo monta el ABS, el control de tracción, ESC, EBD, o la asistencia de frenado de emergencia de serie, así como el asistente al arranque en pendiente, y prima la seguridad de los ocupantes ante cualquier circunstancia o imprevisto.
El conductor cuenta con el control de audio y llamadas y el limitador de velocidad del control de crucero, integrados en los radios del volante, para que nada distraiga su atención más allá de la carretera, además de los faros de encendido automático, del mismo modo que la función “Follow me home”, la apertura de las luces interiores y las de posición para encontrar el vehículo en lugares oscuros como aparcamientos subterráneos poco iluminados.
Para facilitar las maniobras de aproximación para el aparcamiento, este acabado instala también los sensores traseros, que advierten de forma acústica de un obstáculo. El resto de los ocupantes disfruta de un amplio espacio en esta versión de cinco plazas con climatizador bizona para un ajuste autónomo. Los asientos de la segunda fila son totalmente abatibles, para obtener una mayor superficie plana de maletero, por si de forma esporádica necesitamos transportar un objeto de grandes dimensiones, y alcanzan los 2.410 litros de capacidad con solo los dos asientos delanteros.
El Duratorq 1.5 TDCi de Ford es ya un viejo conocido en nuestra publicación, el motor diésel por excelencia. En esta ocasión, el tetracilíndrico combinado con la caja de cambios manual de seis velocidades eroga los 120 CV de potencia máxima a 3.600 rpm y alcanza la normativa de emisiones medioambientales Euro 6 con la contribución del sistema Start&Stop, que incluye la carga regenerativa inteligente, el catalizador, la tecnología EGR y el filtro de partículas cDPF.