Este Ebro B35 lo encontramos a través de Internet. Queríamos hacernos con él, así que lo cambiamos por otras maquetas de turismos. Aunque cuando llegó dentro de un “tupper” de cocina y lo sacamos de su embalaje, resultó un auténtico desastre.
No quisimos darlo por perdido, así que, después de darle varias vueltas, nos hicimos con el chasis y la caja de carga de un viejo Citroën U para poder reconstruirlo.
Todavía nos vienen a la memoria aquellos Ebro cargados de cajas de frutas con el aprendiz de pie en la zona de carga ordenándolas mientras el vehículo iba de reparto por los diversos comercios y fruterías del barrio, cuando todavía no existían las grandes superficies y todos comprábamos en las tiendas vecinas, en el colmado de turno o en el mercado.
Para conseguirlo vamos a ir paso a paso.
En primer lugar, cogemos el viejo Citroën U para hacernos con su chasis, desatornillamos la cabina, que guardaremos para futuras transformaciones, y retiramos también la caja de carga para dejar el chasis completamente desnudo y poder acoplarlo a su nueva cabina.
Pero antes de ello, lo pintaremos en color negro mate.
Quizás por el cambio de piezas o porque somos algo quisquillosos, atentos al truco para elevar la altura libre del vehículo, que en nuestra opinión mejora el resultado final del vehículo.
El momento del montaje
Mientras seca el chasis, también pintaremos la caja de carga del Citroën U en color gris, que no necesitará ninguna transformación adicional, y la cabina del Ebro B35 en rojo su exterior y en negro el interior.
Cuando todo esté bien seco, montamos los cristales, que como suelen presentarse en estos kits, parecen una cápsula que se introduce por el fondo de una cuna, dando todo el contorno de los cristales a la cabina.
A continuación montamos la caja de carga y le realizamos el envejecimiento a base de colores tierra, siena, siena tostada, negro para las sombras y gris para las luces, mezclado con blanco para algún que otro acabado.
Este tratamiento también lo aplicamos al chasis y a la cabina, con grises en el primero y con blanco en la segunda.
Una vez terminado el montaje estándar, podemos mejorar con los elementos que siempre os mencionamos: matrículas, tarjetas y demás elementos que aportarán el aspecto personalizado que siempre perseguimos en esta sección.
Más trucos
Para conseguir mayor realismos hemos tenido que elevar la altura libre con respecto al suelo. Lo hemos hecho a base de una pastilla de Evergreen cortando todo el perímetro y realizando unos nuevos pases de ruedas.
En primer lugar, para calcular la nueva altura nos ayudamos de una bola de plastilina colocada entre la cabina y el chasis. Una vez unidos, galguemos el espesor de la pastilla, lo pegamos al fondo de la cabina y ya tenemos la pieza recolocada y dispuesta para pintarla.