Por esos años ni estaba en cartera la compra de las acciones de ENASA, la Empresa Nacional de Autocamiones, propietaria de la marca Pegaso. Antes adquiriría la división de camiones Ford en Inglaterra, para crear la sociedad Iveco Ford, cuyo modelo Cargo sería el futuro embrión del Eurocargo…pero no vayamos tan deprisa.
La marca turinesa Fiat tiene una larga tradición en la fabricación de vehículos industriales y comerciales. Incluso en maquinaria agrícola. Una división que años después daría origen a la división Fiat Agri.
Después de la liberación italiana del yugo del fascismo de Mussolini, el país entero despertaba de los terribles daños de la guerra. Un país como Italia, predominantemente agrícola, comenzaba una época de recuperación y su posterior industrialización paulatina.
Desde Turín, la capital del Piemonte, Fiat jugó uno de los papeles más importantes en esa restauración. Pero desde su creación en 1899, la Fabbrica Italiana Automobile Torino (Fiat) se ha erigido en el principal motor de la economía italiana y en el mayor grupo industrial del país transalpino.
Curiosamente en los orígenes de la marca juega un destacadísimo papel el ingeniero Vincenzo Lancia, a la postre competidor. En la primera década de 1900, Fiat diversifica su producción hacia los vehículos comerciales, tranvías e incluso motores para barcos mercantes.
El Fiat Fiacre es un ejemplo de la expansión de la marca, ya que fue un vehículo que se exportó como taxi a ciudades como Nueva York, Londres o París. Y eso sucedía en 1907. Con la Primera Guerra Mundial, la marca renueva sus motores y camiones. Es de esa época cuando funda Fiat Lubrificanti, popularmente conocida como Olio Fiat.
Durante la Segunda Guerra Mundial redujeron drásticamente la producción de automóviles y reconvirtieron la cadena de turismos en la fabricación de vehículos comerciales que solicitaba el Ejército como maquinaria de guerra.
La fábrica de Turín sufrió varios bombardeos y casi llegó a parar en su totalidad. Finalizada la contienda, con el dinero que llega a Italia dentro del conocido Plan Marshall, se reconstruye la fábrica y Fiat reinicia la producción de vehículos.
Empieza entonces una época floreciente en la Italia recién liberada, en la que la marca se convierte en uno de los actores principales. Aquí, en esta galería histórica, traemos algunos destacados modelos del “renacimiento industrial” de aquella Italia que despertaba del letargo impuesto por las bombas.
FIAT 15 TER 1911-1920
Es un camión militar ligero multifuncional que entró en producción en 1911. Carlo Cavalli, un ingeniero de la Fiat Veicoli Industriali, es quien diseña y desarrolla este modelo a petición del propio Ejército italiano. El Ministerio de Defensa solicita un vehículo capaz de transportar material bélico y tropas.
El camión tuvo su bautismo de fuego, nunca mejor dicho, en la guerra italo-turca (1911-1912), conocida en Italia como la guerra de Libia. El eje posterior, de ruedas gemelas, era motriz. Montaba un motor Fiat, modelo 53 A de gasolina, y de 4.398 c.c., que desarrollaba 36 CV.
Podía alcanzar los 40 kilómetros/hora. Posteriormente se utilizó intensivamente en la Primera Guerra Mundial, al igual que sucedería con su más directo descendiente, el Fiat 18 BL.
El Fiat 15 TER fue el primer camión fabricado en serie y producido para la industria de armamentística. Se hicieron otras versiones como ambulancia, oficina móvil para el alto mando o autombomba, entre otros.
FIAT 507 F BUS 1926-1928
Cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, el transporte de mercancías y pasajeros inició una importante evolución. Las exigencias también eran otras y Fiat desarrolló este medio de transporte colectivo partiendo de la evolución del 505, un vehículo de gama media. El Fiat 507 se produjo tan solo durante dos años, 1926-1927.
La versión bus, que nos ocupa, se fabricó hasta 1928. Estaba impulsado por un motor de gasolina de cuatro cilindros y 2.296 c.c. La caja de cambios es de cuatro velocidades y desarrolla 35 CV a 2.600 rpm, que alcanza una velocidad máxima de 67 CV. La carrocería es de Orlandi, Carrozzeria Emiliana Renzo Orlandi.
FIAT 615 N1 1960-1965
Este comercial aparecería por primera vez en público en el Salón de Turín de 1951, donde fue presentado. Después de la Segunda Guerra Mundial, Italia devino en una intensa actividad de reconstrucción del país. Los ingenieros de Fiat llevaban un tiempo diseñando un vehículo ligero, que fuese robusto y versátil.
Si bien hubo una versión de este “camioncino” con motor de gasolina, la denominación N de este Fiat 615 remarcaba su motor alimentado por “nafta” o gasóleo.
Un propulsor diseñado sobre el propio de gasolina. En este caso, el diésel de cuatro cilindros contaba con una cilindrada de 1.900 c.c. y desarrollaba una potencia de 50 CV.
La caja de cambios era de cuatro marchas, con la 2ª, 3ª y 4ª sincronizadas, más la marcha atrás. Apuntan algunas voces que este modelo sería a la postre el precursor del Iveco Daily.
FIAT 682 N3 1952-1988
Ha sido uno de los grandes éxitos de la historia de Fiat como fabricante de vehículos industriales, incluso estuvo en catálogo de Iveco.
Es un camión del que se construyeron todo tipo de configuraciones: tres, cuatro ejes, dos directrices, cabeza tractora, cisterna, bomberos, bus…
Su competidor directo, el Lancia Esagamma, que también fue otro de los grandes de la época, no pudo nunca con él. El de nuestra imagen es un 4×2 de seis cilindros y 11.548 c.c. que desarrollaba 177 CV a 1.900 rpm La caja de cambios es de 8 relaciones y la velocidad máxima de 70 km/hora.