En la adoración por su oficio radica la fuerza de este murciano que de jovencito soñaba con ser bombero, pero al que poco a poco le fue venciendo una entrega por emular a su padre camionero, coronándose así como un Relámpago más de los alumbradores de caminos.
El alias Relámpago es uno de aquellos que, no es la primera ni será la última vez que pasa, le viene a uno de sus antepasados (en este caso el bisabuelo), sin que realmente se sepa a ciencia cierta el porqué de su origen, pero que ya no hay generación alguna que cuestione.
Nacido en Las Torres de Cotillas, este murciano de 29 años, padre de dos hijos, conduce este impresionante Scania R500 Topline desde hace unos siete años, que ha ornamentado a su gusto y manera.
“Jamás me ha dado un problema, pero al final son máquinas y un día u otro pierden sus facultades –reconoce Juan José–. Espero que me dure mucho, pero no me dan miedo los cambios. El crecimiento en lo profesional es un proceso que siempre implica algún tipo de riesgo, pero en el transporte nunca he pensado que haya algo que esté por encima de mis posibilidades.
Yo vi en mi casa rodar a los camiones, pero cuando das el paso tú hacia la profesión, obviamente hay una diferencia entre lo visto y conocido a lo más espontáneo y desconocido. En ese sentido, siempre he tenido confianza en mí mismo”.
Logística Hermanos Pérez Guerrero, con sede en su localidad de nacimiento, es una empresa familiar en la que sus padres ejercen la responsabilidad, y a la que Juan José espera que algún día se integre también su hermana, que hoy cuenta con 17 años.
El transporte general, fundamentalmente con frigo, forma parte de su actividad, para la que cuentan con 8 camiones, todos Scania, Volvo y Ford.
La percha imponente de su Scania responde a un estilo libre, “made in Pérez”. “En este mundo, porque yo elegí”, reza la leyenda que ha impreso en su tapizado interior, cuyas bases fueron puestas entre su padre y él en la nave de la empresa.
“La defensa delantera la ideamos nosotros, aunque el paso final se dio en un taller especializado. Con las luces, bocinas y demás artilugios el camino ha sido similar, lo que nos une mucho a mi padre y a mí”.
Todo lo incorporado a este Scania tiene la homologación pertinente, aunque ello no evita el que el camión haya sido parado varias veces por los uniformados en carretera.
“Todo lo que llama la atención enseguida despierta recelo, eso está claro. Es algo con lo que tenemos que lidiar todos los que queremos tener vehículos medianamente diferentes.
Eso sí –afirma el Torreño– , después todo son risas y ni ellos mismos se creen lo que ven. Muchos acaban relajándose y dejándose llevar por cierta admiración”.

El camión conducido por Juan José sigue marcando las diferencias. Aunque no sea ya un último modelo, es mucha la gente que le pide fotografiarse junto al camión y se asombra sobre todo cuando se asoma al interior, tanto en un día normal de trabajo como en las distintas concentraciones de vehículos a las que este joven acude con el suyo.
“Hemos pisado con mi Scania nuestras particulares fiestas en circuitos de carreras como los de Madrid y Valencia, y asistido a encuentros donde los compañeros de profesión nos sentimos tan a gusto, como en Barakaldo o Albox (Almería).
El tiempo y el dinero no da para presentarme en todas –afirma Juan José con media sonrisa–, pero intento asistir a estas concentraciones de decorados y tuneados porque te proporcionan sensaciones de placer muy inmediato que, sumadas una a una, al final te hacen disfrutar de valores compartidos para toda la vida”.
Los viajes de Pérez Guerrero son de ida y vuelta desde su lonja murciana hasta Madrid. “Es a cosa hecha: cargo siempre material farmacéutico y de los más variados productos de hospital para la firma Grifols, una de las más importantes empresas de productos sanitarios a escala internacional.
Una vez descargo el porte en la plataforma con la que cuentan en Madrid, vuelvo con los postres para un supermercado que tiene sede en Las Torres de Cotillas.
El dar a diario con la misma gente –concluye– es algo que también te da confianza. Conseguido lo que uno quiere, el querer lo que uno ha conseguido es algo que ha de darse día a día”.
El propietario
Este amante de las motos y el flamenco sale de Las Torres de Cotillas, con destino a Madrid, hacia las 3 de la tarde.
En su caja lleva material sanitario de diversa índole; y de allí vuelve a su tierra murciana pasadas las 2 de la madrugada.
“Aunque tarde, duermo siempre en casa y procuro levantarme a una hora en la que pueda hacer algo de deporte”.