Recuperar un pedazo de la historia no tiene precio. Y menos para Gabriel Dios, que así lo ha demostrado recuperando este Pegaso Tecno 340 que fuera protagonista de las carreras de camiones de los años 80.
Pocos son, o muy jóvenes, los que no reconocen este Pegaso Tecno 340, ahora que su actual propietario, Gabriel Dios, ha decidido conferirle la imagen que le hizo famoso en el Campeonato de España y en el primer Europeo de camiones.
En palabras de su pintor de entonces y ahora, José Murcia, “como nunca debía haber dejado de ser”. Un Pegaso conducido por el piloto Antonio de Dios que, a pesar de no ser un camión del equipo oficial de la marca, se proclamó tres veces campeón de España, y que hoy ha hecho rememorar a este piloto toda una época de esplendor.
“Una labor magistral han hecho entre el taller de Iveco Zona Franca Alari Sepauto (ZFAS), el pintor José Murcia y, por supuesto, el actual propietario, Gabriel Dios. Está igual como lo recordaba”, reconocía Antonio de Dios.
Gabriel consiguió que la familia, anterior propietaria del camión, Pubill Arnau, que lo pintara con sus propios colores y con el que también corrieron algún que otro rally, por fin se lo vendiera. Sabían de las intenciones de Dios para su recuperación. Este purista de lo original y lo clásico, así se define él mismo, ha querido devolverle su aspecto de los años ochenta, los más pletóricos para este Tecno 340, y recuperar de este modo un pedacito de la historia de nuestra automoción más pesada.
Para ello, contactó con José Murcia, mecánico de Iveco ZFAS, que en su día trabajó en el taller de Terrassa, donde se preparase este Pegaso en la década de los ochenta con los colores de la empresa de transporte, también egarense, Transports Reunits.
A través de Jordi Vila contactó con el piloto que llevó este camión a lo más alto del podio, el que no cabía en sí, de lo que Gabriel le contaba. Entre todos y a base de fotografías y vídeos han podido conferirle los mismos colores y la misma imagen que lucía en la época, como se ve en las fotografías. Pero también podremos disfrutar de una experiencia más completa al escuchar el estruendo del motor si seguimos el enlace del vídeo.
Para Jordi Sardina, director general de Iveco ZFAS, ha sido todo un reto poder participar en esta restauración y reconoce el equipo de profesionales que lidera, pues son capaces de ofrecer servicio tanto a los camiones de hoy como a los de ayer.
“Ha sido todo un reto. Nuestro trabajo es poder reparar tanto camiones con toda la tecnología que llevan hoy en día, pero también dar servicio a clientes como Gabriel, con vehículos de más de cuarenta años que pretenden inmortalizar”, afirma el directivo.
Gabriel decidió llevar a cabo esta restauración de forma constante y ha estado en contacto, casi a diario, con José Murcia, al que le ha supuesto un verdadero placer volver a trabajarlo. “El camión solo necesitaba un poco de mimo y cariño.
Estaba algo abandonado y le hemos hecho un repasito a todo lo que es instalación eléctrica, aunque de mecánica estaba muy bien”, comenta el mecánico. Como ya lo pintó en el año 1986 recordaba perfectamente los colores que llevaba: “Es algo que te queda grabado”, reconoce.
No ha habido ninguna dificultad para Murcia, se nota que le ha hecho especial ilusión trabajar en este proyecto, y se siente afortunado de haberlo hecho por segunda vez. “El domingo por la mañana que me llamó Gabriel y me dijo que quería que recuperásemos el Pegaso, me llenó de orgullo que contase conmigo después de más de treinta años”, reconoce José. Una oportunidad que le ha permitido rememorar y homenajear a personas que ya no están y que colaboraron en su creación, en el grupo de talleres independientes al margen de la fábrica madre de Pegaso.
Esta jornada de entrega del camión completamente terminado, hemos podido disfrutar y compartir la ilusión de todos los protagonistas que han intervenido de un modo u otro en esta recuperación, incluso la de Antonio de Dios, que para rememorar aquella época vino equipado con su mono Pegaso.
Gabriel Dios, que tiene un taller de carretillas elevadoras, cuenta con una nave a modo de pequeño museo, donde ya está alojado este Pegaso Tecno 340 completamente terminado, que se suma a su colección de otros vehículos, entre ellos, otro Tecno que también está terminando y otro que ha servido de donante de piezas para ambas restauraciones.
Solo nos queda que agradecerle a Gabriel Dios esta restauración y no cesar en su intento para compartirla con todo aquel que quiera disfrutarla, pues como bien nos dijo: “Muchos de estos proyectos se abandonan a medias por falta de constancia”. Esperamos verlo pronto en alguna concentración luciendo máquina.