Transformamos una versión del Land Rover largo, en una corta. El chasis era de una pieza, que presentaba dos largueros y cuatro travesaños.
En este paso, colocamos primero, y es sumamente importante seguir este orden, el escape, que se trata de un tubo con salida en los colectores, un apagallamas y un silencioso trasero.
Personalmente nos gusta dejar los Land Rover un poco más altos de como estipula el fabricante de maquetas, podéis bajarle las ballestas traseras para cargar troncos, por ejemplo, dejarlo en posición de reposo, o cargar las ballestas delanteras que necesitarán la zaga más elevada que el morro.
A continuación colocaremos los ejes trasero y delantero motrices, siendo el último directriz, así como las ballestas posteriores y anteriores, que cuentan con unos machos para acoplarlos a las hembras del chasis.
Seguimos con los amortiguadores, el parachoques delantero con sus dos hierros en forma de D para anclar estribos en un posible rescate. Todo ello lo pintaremos en color negro mate.
Más que detalles
Mientras dejamos secar el chasis y sus componentes, pasamos a armar las llantas, que hay que hacerlo como en los modelos reales, puesto que los neumáticos son de goma y tendremos que enllantarlos.
En primer lugar, pintamos las llantas en negro y luego sacamos las luces en tonos de marrones tierra con un pincel.
Antes de montar las ruedas, comprobad que el eje delantero directriz no se os haya quedado fijo, pues el Land Rover es uno de los pocos vehículos que tienen la barra de la dirección por delante del eje.
El interior de la cabina es bastante austero, una banqueta corrida representa los tres asientos delanteros, una palanca de cambios, la reductora y el freno de mano. El salpicadero cuenta con tres orificios, donde colocaremos, una vez pintados, los relojes indicativos de velocidad, revoluciones, etc.
La carrocería viene seccionada en dos partes, una es el techo y la otra es el fondo; pintamos el techo de blanco y el resto de color marrón.
Para finalizar el trabajo, colocaremos los cristales, la rueda de repuesto sobre el capot, los espejos retrovisores y los faros anteriores y posteriores. Acoplamos la carrocería al chasis y sólo quedará añadir aquellos elementos que queramos fabricar de cosecha propia, placas, adhesivos y demás detalles.
Más trucos
Para fabricar tu propia cabina de pintado, coge una caja de cartón grande de televisor, por ejemplo, un ventilador de ordenador (cooler) y gomaespuma como la de los colchones o cojines. Le hacemos un agujero en uno de los laterales de la caja para encajar el ventilador que fijaremos con unos tornillos, de manera que absorba el aire desde el interior de la caja hacia fuera.
Otro orificio en el lateral de enfrente lo cubriremos con la gomaespuma, que hará la función de filtro. Si colocamos una pieza recién pintada en la caja bien cerrada y conectamos el ventilador a 10-12 voltios, se acelerará el secado con aire filtrado y la superficie quedará totalmente limpia.
Puede ser un Defender antiguo o un Santana.