En los últimos días, el sector del transporte observa que, una vez más, se le culpabiliza y criminaliza por los accidentes y retenciones en las autopistas, y especialmente en la AP-7.
Ante esta situación, que pretende justificar la imposición de más restricciones a los camiones y abrir de nuevo un debate sobre la necesidad de volver a hacer de pago el uso de las vías, desde la Federación Empresarial de Autotransporte de Tarragona (FEAT) quieren manifestar varios puntos.
-Era evidente que la finalización de los peajes haría incrementar el uso de las autopistas. A pesar de ello, las Administraciones no hicieron nada e incluso ahora, después de un año, todavía están haciendo obras para acondicionar los antiguos peajes. Además, no han incremento la capacidad de las áreas de servicio o programado una serie de acciones para hacerlas más transitables, haciendo accesos y salidas para conectarlas mejor con el resto de las vías.
También no hubiera estado de más que comenzarán a prever ampliar con un tercer carril los tramos donde no hay alternativas al no haberse hecho la transformación de las carreteras nacionales en autovías.
-Si tenemos mucho tráfico pesado en las autopistas no nos puede sorprender, ya que los camiones tienen prohibido circular con carácter general por las carreteras nacionales. Esta medida se consideró porque eran vías peligrosas y se obligó a los vehículos pesados a circular por las autopistas todavía de peaje. De este modo, el tráfico de vehículos pesados se incrementó con anterioridad al fin de los peajes.
-Nuestro sector ha venido denunciando históricamente la falta de inversión en las vías públicas, ya que somos los primeros que queremos carreteras seguras y fluidas. Por este motivo, es muy triste observar como nos señalan, perjudicando nuestro tejido productivo, del cual somos indispensables.
También, consideramos que entorpecer el transporte supone dificultar la distribución a la población de bienes y productos de primera necesidad y sobre todo de productos frescos.
-Es incomprensible que todo el mundo ponga el grito en el cielo por unas retenciones a la entrada o salida del área metropolitana de Barcelona, cuando el volumen de turismos en circulación supera el medio millón. Lo extraño hubiera sido que no se produjeran. De hecho, no eran mayores que las que se producían habitualmente antes de la pandemia.
-El sector del transporte negocia desde hace años con el Servei Català de Trànsit restricciones en días y horas concretas para favorecer las condiciones de uso de determinadas vías. No podemos, de ninguna manera, aceptar restricciones genéricas independientemente del grado de uso previsto en la vía que sea. Hay que tener en cuenta, que los vehículos de transporte que circulan lo hacen para trabajar al servicio de la sociedad, ya que el 95% de las mercancías que precisan en la industria, el comercio y los particulares se distribuye por vehículos de transporte por carretera.
-Por último, creemos que en estos momentos como los que estamos sufriendo, con unos precios del gasoil y otros elementos indispensables por las nubes, que están provocando una gran preocupación y malestar dentro del sector del transporte, es totalmente inoportuna la puesta en marcha de medidas de restricción que no sean suficientemente justificadas y adoptadas en el marco de las mesas de trabajo entre las asociaciones del transporte y el Servei Català de Trànsit, huyendo de la toma de medidas improvisadas y oportunistas.