Después de la consolidación en nuestro mercado de Ford Trucks como suministrador de vehículos pesados, llega esta serie limitada de 250 unidades de su producto estrella. Nos ponemos al volante de este Ford F-MAX Blackline.
Mecánicamente está desarrollada sobre un F-MAX convencional, pero esta serie limitada Blackline equipa elementos que la distinguen sobre todo en el plano estético, y que ya a simple vista la hacen muy atractiva. Además, se le añade el plus de ser exclusiva para solo 250 afortunados.
En cuanto al motor, lleva el conocido 12,7 litros de cilindrada y 500 CV de potencia con 2.500 Nm de par motor, que otorga unas cifras que son muy respetables y que se codea en un término medio de la competencia.
El motor y caja de cambios de este F-MAX no nos parece malo, pero no estaría de más que la marca ofreciera otras alternativas en cuanto a motores o niveles de potencia. Ya sabemos que llevan poco tiempo en el mercado, pero creemos que para la demanda actual, le iría muy bien si tuviésemos más ofertas para elegir.
Cabe reseñar en esta toma de contacto de esta tractora de Ford Trucks que no pudimos realizarla en nuestro trazado habitual de pruebas y, por tanto, no recopilamos datos de consumo y velocidad y nos centramos más en el comportamiento que tiene en carretera esta serie limitada que comercializa la marca del óvalo.
En este sentido, el camión mantiene intactas todas las sensaciones que ya pudimos comprobar cuando probamos por primera vez el F-MAX con la misma mecánica. Hay que destacar que al ponernos al volante y hacer los primeros kilómetros nos llamó la atención lo contundente que se muestra el motor, con unos bajos muy llenos y que nos aseguran una conducción muy relajada, al hacer menos cambios de marcha.
El camión maneja muy bien los tiempos para mostrar un funcionamiento de la caja de cambios automatizada de origen ZF, que se presenta en todo momento con mucha soltura y suavidad. Por supuesto, los 2.500 Nm de par de los que disponemos tienen mucho que ver, y el número de revoluciones donde se mueve esta zona de par máximo, está perfectamente estudiado para notar ese potencial que indicamos.
Por otro lado, el dinamismo del camión es muy notable y, a pesar de que la cabina es muy alta, el paso por curva no genera más movimientos de los deseados, lo que nos otorga una seguridad en todo momento.
En este sentido, creemos, igualmente, que esta cabina se merece algún propulsor de más prestancia, algo que probablemente la propia marca esté valorando, quizás con potencias en torno a los 540 CV.
Cabe también reseñar que, aunque todo en el camión parece igual, excepto evidentemente el aspecto exterior e interior, sí que hemos notado la mejora de calidades de ciertos ajustes y plásticos, que evidencian que la marca está mejorando en el proceso de fabricación y control de calidad, y más tratándose de esta edición tan exclusiva.
Enorme cabina
Uno de los puntos fuertes, sin lugar a dudas de este Ford Trucks F-MAX, es el tamaño de la cabina. Interiormente contamos con mucho más espacio que en otras alternativas de la competencia, y esto cuando se trata de pensar en viajes de larga distancia, es muy de agradecer.
El tránsito por el interior se hace mucho más sencillo cuando disponemos de tanto espacio para movernos con soltura. Para ello, el Ford F-MAX dispone de unas medidas muy generosas, como por ejemplo los 216 cm libres de altura desde el túnel motor hasta el techo. Eso sin contar los 9 cm que tiene este túnel motor y que supone que desde la zona de los pedales contamos con 225 cm hasta el techo.
Otra medida que destacar es la anchura, ya que se han aprovechado los 2,5 metros máximos exteriores, lo que le otorga una amplitud muy notable.
Las líneas claras y sencillas de todo el salpicadero también contribuyen de alguna manera a tener esta sensación de espacio. Y es que en conjunto hay que decir que los ingenieros de Ford no se han molestado en recargar en demasía esta parte del camión. A nuestro parecer creemos que sobre todo la parte derecha del salpicadero debería estar mejor aprovechada, con algún tipo de guantera o mesa extraíble, aunque eso habría mermado algo la sensación de espacio.
La zona de descanso dibuja una litera muy amplia, sobre todo en longitud, y cuenta con un colchón más que correcto. La segunda litera no es tan cómoda, como suele ser habitual, pero cumple con creces con su cometido. También hay que destacar que es de las pocas cabinas en las que, aparte de tener dos literas, se han diseñado para poder disponer de unos muebles portaobjetos sobre estas.
Por otro lado y centrándonos en particular en esta serie limitada, el Blackline Edition, contamos con muchos elementos que lo distinguen de una cabina de F-MAX convencional, en los que la combinación de los colores negro y azul los protagonistas. Los asientos son en cuero negro y están rematados con dos líneas azules que a la vez hacen juego con los ribetes y pespuntes del volante, que también es en cuero negro.
Con el mismo diseño se ha rematado la alfombrilla situada entre los asientos y el espacio de almacenaje sobre el parabrisas. Los detalles de las puertas, las viseras y las cortinas se presentan en negro, que dan un aspecto mucho más acorde al conjunto.
En cuanto al equipamiento, podríamos decir que esta serie limitada es un Ford F-MAX convencional al que se le han añadido todos los extras posibles. Entre lo más destacable nos encontramos con un sensor de lluvia, luces automáticas, sistema de navegación incorporado en la pantalla multimedia de 7,2”, nevera, conexión wifi o calefactor de estacionamiento.
En el apartado de seguridad, también contamos con los principales elementos, como la alarma del cambio involuntario del carril, la frenada de emergencia. Los indicadores de carga por eje, control de presión y temperatura de neumáticos, así como el modo de conducción Eco, que influye directamente sobre los modos de conducción, y que especialmente le viene perfecto al control de crucero vía GPS.
Precisamente y hablando de este sistema vía GPS, cabe apuntar que el de esta unidad probada ha mejorado respecto al F-MAX que probamos hace dos años cuando tuvimos ocasión de probar por primera vez este modelo, y donde su funcionamiento no acababa de ser del todo satisfactorio, ya que el camión no entraba en modo ROL en todas las ocasiones que lo podía hacer. Esto es señal de que no lee con anticipación bien la orografía, o que los mapas de los que se nutre para obtener la información no están bien diseñados, pero como hemos dicho anteriormente, la unidad probada ha resuelto considerablemente este aspecto.
Serie limitada
No debemos de perder de vista cuando vamos a valorar la compra de un camión de esta tipología que estamos hablando de una serie limitada. Ese plus de distinción lo tenemos que tener en cuenta, y lo reconoceremos enseguida, gracias a detalles como el de la pintura especial en color Plata Moondust, sobre las que destacan las dos líneas negras en todo el frontal, con detalles en azul Shelby, al más puro estilo de los deportivos americanos de los años sesenta.
Este aspecto tan contundente se complementa con una serie de elementos especialmente creados para esta versión, como unos espejos negros brillantes, los faros led de serie, los faldones laterales también con detalles en negro y azul, el spoiler de techo y laterales, las llantas pintadas en negro o la exclusiva placa numerada situada en la puerta del conductor y que nos indica la unidad de la que se trata dentro de las 250 existentes. En nuestro caso, la 007.
Por lo demás, estamos hablando de una tractora que tiene muchas virtudes y que, aunque también otros aspectos en los que debe mejorar, en conjunto es un producto muy a tener en cuenta para realizar largas distancias, donde no nos sentiremos en ningún momento decepcionados.
Lo que está claro es que con el potencial que tiene esta tractora entra de lleno en la guerra por ser una verdadera éxito de ventas, ya que con sus características se muestra precisamente entre las tractoras más deseadas en torno a los 500 CV, que con una cabina de unas dimensiones más que generosas hará la ruta en su interior mucho más placentera.
