Por Rubén Simó Redondo
«Muy buenas, en primer lugar, daros las gracias por la oportunidad que nos dais con vuestra publicación para poder expresarnos. Dicho ya los agradecimientos al lío. Me gustaría dar mi opinión sobre los talleres ya que me veo en posición de hacerlo gracias a mis 18 años ininterrumpidos en el gremio.
La verdad es que no es nada fácil, ya que siempre eres el malo de la película y uno de los grandes culpables es la gran fama de ladrones y estafadores que tenemos, ya sé que muchas veces se dice en forma «coña» pero muchos y digo muchos lo creen de verdad.
En mi recorrido en este mundo he deducido que el que cree firmemente eso tiene los días contados, ya que no puedes vivir sin confiar en la persona que muchas veces tiene el sustento de tu familia en sus manos. También tengo que reconocer que gracias a muchos cara duras, que por desgracia existen en todos los gremios, nos hemos tirado piedras en nuestro tejado.
Lo que me gustaría aclarar en estas líneas, es una de las grandes complicaciones que existen, ya que lidiamos con varias. Para mí la más importante es la rapidísima, grandísima y constante evolución que sufren los motores diésel y por consecuencia los vehículos industriales, ya que nos obliga a estar siempre a la última en conocimientos y herramientas, con el gran coste que eso supone y la verdad que cualquiera que tenga algo de plantilla en su empresa sabrá lo difícil que es apostar tu tiempo y dinero en alguien que al fin y al cabo cuando quiera puede decirte adiós.
Luego el desconocimiento por parte de muchísimas personas de la complejidad que tienen muchos trabajos, ya que no consiste solo en aflojar y apretar tuercas.
Otra cosa que más daño nos hace, y visto lo visto a vosotros también, es la cantidad de catedráticos, licenciados y masterizados en mecánica que existen llevando un camión. Ya que un mismo síntoma o una misma alarma no significa la avería y por que le ha pasado a tu compañero no te tiene que pasar a ti.
Otro aspecto que me gustaría dar a conocer es que a todos nos gusta llegar al taller «a mi el primero» y ser atendido con la mayor brevedad posible ya que para nosotros nuestra avería es la principal y una vez atendidos que lo que haga falta para solucionar nuestra avería este en stock.
Nada mas lejos de la realidad a los talleres nos gustaría que también fuera así pero no debemos olvidar que el stock tiene un precio que no nos gusta mucho cuando nos lo dicen, pues imagínate tenerlo ahí parado en tu almacén a esperar, dicho precio aunque parezca mentira no lo ponemos nosotros los servicios de mecánica y muchas veces como ha quedado demostrado «lo barato sale caro».
Si sé que muchos pensáis que como puede ser que tu como propietario coges tu móvil y al ‘tío Google’ y lo mismo más barato de lo que me lo están ofreciendo en el taller. A este tema solo puedo decir que a veces y al contrario de lo que se pueda pensar no jugamos con tantos márgenes, siendo muchas veces el mismo precio el que te dan a ti como persona física que el que le dan al taller como empresa, triste pero cierto.
Está claro y creo que es unánime el sentimiento que antes y con antes me refiero a hace algunos bastantes años, se trabajaba mejor y según muchos habían mecánicos no como ahora que solo hay cambia piezas. A esas personas les pongo el caso de reparación de piezas desmenuzado.
Pongamos que tenemos una válvula de aire que nos fuga y el juego de reparación nos cuesta pvp 200€. A eso como es lógico tienes que sumarle el desmontaje y el montaje (2 H a 45€ más una más para repararla. Serían 135€). Todo eso estaríamos hablando de un gasto de 335€ de una válvula que tiene el cuerpo desgastado y como es lógico no se sabrá si funcionara bien hasta que no se haya, como mínimo, puesto todo el juego en ella con la consecuencias de no poder devolverlo.
Claro se ve, que ninguna de ambas partes se va a querer hacer cargo de esas piezas si no funciona, sin decir que, en el caso que funcione bien en las instalaciones no tiene nada que ver para que en breve vuelva a fallar, careciendo de toda garantía, ya que como se ha dicho tiene piezas de vital importancia que han sufrido un gran desgaste. Por eso muchas veces ni se contempla la reparación ya que con el cambio y sobre coste «a lo mejor» de no superior de 200€ te aseguras una faena bien hecha y le puedes dar al cliente su gran preciada garantía.
Dicho esto espero haber aclarado algunas dudas y espero que por muy difíciles que estén los tiempos siempre podáis sentiros a gusto en algún taller y deciros por mi parte que intentaré como hasta ahora entenderos lo mejor posible, pero recordad que es un trabajo de dos el entenderse».
