La estación de mantenimiento Los Mellizos es puerta de entrada y salida a la comunidad autónoma más poblada de España. Todo menester es allí solícita y aplicadamente reglamentado. Así lo concibió su fundador hace medio siglo, y en ello perseveran hoy sus cuatro hijos.
La imagen de Alfonso Mata, que en esta misma página podéis contemplar, tocada por su fino y elegante bigote años sesenta setenta es el rocío con el que cada mañana amanece esta área de servicio ubicada en el km 280 de la autovía N-IV. Sus cuatro hijos (Alfonso, Mari Carmen, Antonio y Paqui), desplegados en cada una de sus propias responsabilidades dentro de este complejo dedicado al profesional del transporte, se levantan cada mañana con la premisa de mantener la agudeza camionera, siempre con bríos de futuro, que su padre animó a conciencia.
Ejemplo por excelencia de lo que es ser cocinero antes que fraile, Paqui Mata nos cuenta que su padre llevó en los sesenta un Pegaso 120 que fue el primer tráiler que se condujo en Andalucía. En su trayectoria al volante pasó por varios modelos de camión y muy diferentes rutas, pero en sus últimos años de transportista, apenas treintañero, la experiencia ya le daba para advertir que en esta suerte de puerta de Andalucía faltaban espacios asentados en los que un profesional de transporte pudiera sentirse atendido y a gusto.
Referencia de hoy
Ese espacio que nació como un respiro en la ruta del sur, es a día de hoy un paradigma pensado por y para las necesidades del rutero. Ubicado a pie de la autovía N-IV, el complejo Servi-Ruta Los Mellizos, en la localidad jiennense de Guarromán, cuenta con diversas calles de repostaje con mangueras de caudal amplio para suministro de gasoil y adBlue, una estación de mantenimiento dotada de seis naves, tienda de recambios y hotel-restaurante. “Aquí todo está enfocado al conductor profesional –afirma José Carlos Martín, uno de los responsables de Los Mellizos, junto a los citados hermanos Mata–, aunque donde más labrado tenemos el prestigio es en la puesta a punto de nuestra herramienta de trabajo, que es el camión. Poseemos dos pistas para limpieza interior de cisternas y otras tantas para engrase y lubricación, así como para taller de electro-mecánica. A ello se suman tres pistas más para el lavado exterior de vehículos industriales. Nuestra exposición de accesorios, recambios y equipos electrónicos –remata Martín– supera los 300 m2, así que todo, y de cualquier marca, estás a un paso de encontrarlo aquí”.
En la actualidad, a punto de cumplir el 50 aniversario desde su nacimiento, este complejo de servicios no solo prosigue en la ampliación de espacio disponible en este enclave de Andalucía, sino que se ofrece en otra sede con tienda y taller en Benavente (Zamora). “Pensábamos hacer una celebración lucida por nuestros 50 años en pie –nos dice Paqui Mata, jefa del hotel-restaurante–, pero esperaremos a un mejor momento para compartir obsequios con nuestros clientes en una carpa y vivir el evento con la merecida solemnidad que la ocasión nos gustaría que revistiera”.
Paqui nos abre las puertas del restaurante Los Mellizos, en el que en circunstancias laborales normales se dispensan entre 80 y 100 menús diarios. Su sello siempre ha procurado ser el de la cercanía y una oferta casera que alcance desde el refrigerio ligero hasta el almuerzo pleno. “Lo llevamos en la sangre, porque mi padre fue camionero antes de poner las bases de todo esto, y nadie como él sabía lo necesario que es para alguien que está casi siempre solo en carretera disponer de un lugar de reposo es el que poder confiar. Aquí se puede comer las 24 horas del día –continúa Mata–, y el que haya siempre personal trabajando y luces encendidas es la garantía que mejor considera un camionero para sentir protegido su camión y asegurada su tranquilidad. Si quieren ducharse, la puerta está siempre abierta; si alojarse, las habitaciones son cálidas y económicas. Además de eso, estamos abiertos a orientaciones personales de cualquier tipo”.
Un asador elegante dirige el foco hacia un espacio amplio y luminoso para el comensal. Hermosas fotos de camiones antiguos, cuadros con cantaores y toreros de todas las épocas, en combinación con plóters enormes repletos de imágenes con las que los transportistas habituales de Los Mellizos dejan su huella en directo o a través de redes sociales convierten el espacio en un afable museo, que te abstrae por unos momentos de las rutinas habituales. “En el primer confinamiento –afirma en este caso la Paqui Mata más batalladora– puse una mesa de puertas afuera para quien quisiera un café o llevarse algo de comida. ‘Llevo 4 días sin echarme algo caliente dentro’, me decían algunos, con una emoción inmensa. Mi padre nos lo inculcó y eso aquí es algo que se lleva a rajatabla: al camionero se le trata como a un señor”.
