Casi diez años después de lanzar el modelo 579 y marcar un hito en eficiencia, la firma norteamericana Peterbilt acaba de anunciar una completa remodelación de este icónico camión.
En otro momento de la historia el acontecimiento habría sido presentado de otra manera. Pero con medio mundo en cuarentena y el mundo de los negocios aún tiritando, la remodelación del Peterbilt 579 se lanzó en streaming y con pocos fuegos artificiales. Sin público y con solo tres miembros del staff. Pese a ello, la compañía no quiso restarle ni un ápice de importancia a lo que significa el cambio y a las expectativas que ha generado esta nueva generación del 579.
Tras tirar de la cortina y descubrir las nuevas líneas del vehículo, el mánager general de Peterbilt, Jason Skoog, destacaba el esfuerzo de todo el equipo para crear lo que él definió como “un nuevo nivel de eficiencia, tecnología y rendimiento”. El nuevo 579 es, en palabras de Skoog, “el resultado de cinco años de incansable trabajo para mejorar lo que ya en sí era un magnífico camión”. Han pasado nueve años desde que se presentara el modelo. Aquel 579 se convertiría pronto en un símbolo para la marca. Hoy, ese símbolo acaba de dar una nueva vuelta de tuerca para transformarse en una máquina pulida hasta el último tornillo para ser más económica y llevar al confort a un nuevo estadio.
Toda la carrocería ha sido transformada para ganar en aerodinámica y reducir el consumo de fuel (un 7% menos, según la marca). La parrilla se ha estrechado y, con ella, las líneas han ganado en estética. El capó está montado con tres únicas piezas y se ha reducido su altura, así como la forma del paragolpes, los huecos de ventilación y los espejos. Además, incorpora nuevos faros led. Más de 300 mil horas de trabajo para batir la fuerza del viento y reducir el ruido en cabina. Y, ya de paso, ganar espacio interior y mejorar la experiencia de conducción de la mano de los motores PACCAR MX13 y MX11.
Desde luego, si algo reflejan las imágenes del interior del nuevo 579, es pura comodidad. El “sleeper” se amplía hasta los 2 m3, así como el espacio de almacenaje (el mejor en su segmento, según la marca) y se incorpora un nuevo panel de control exclusivamente digital (pantalla de 15 pulgadas). Todos los medidores pasan a ser píxeles, desde la información del tacógrafo y el velocímetro hasta los indicadores de temperatura del agua, presión del aceite y carburante. El hecho de que la pantalla no sea un paquete opcional ha levantado alguna crítica entre los seguidores de la marca, pero la firma está convencida de que la modernidad implica avances de este tipo y ya ha anunciado que, a partir de ahora, todos sus modelos Peterbilt se fabricarán con panel digital. El futuro no espera a nadie. El 579 ya ha derribado la puerta para entrar en una nueva era.