No estamos promoviendo una especie de micromachismo, como algunos podrían creer. Ni mucho menos, eso que quede bien claro. Hecha esta puntualización, sí que queremos constatar con este reportaje una realidad que de manera más que patente queda representada en muchos camiones que han aparecido por estas páginas en los últimos años.
Da igual la marca de la tractora o la procedencia de los vehículos, de hecho en este reportaje podéis ver ejemplos llegados de Francia, Bélgica o Alemania, ni que decir tiene que de España hay unos cuantos.
La coincidencia en la elección en la temática a la hora de decorar la chapa de los camiones suponemos que ya la habéis intuido.
Se trata del de las féminas. La imaginación es libre para escoger el dibujo con el que ser visto, fotografiado, admirado, venerado o criticado por esas carreteras que os tocan recorrer.
Animales, personajes de ficción, paisajes idílicos, monumentos representativos de ciudades como París o Nueva York, motos, coches,… son otros de los motivos escogidos.
Pero, cómo no, elegir una mujer con más o menos ropa (a veces se peca de lo segundo) en el lateral o en la trasera de un camión llama poderosamente la atención.
Los flashes se disparan, las cabezas se giran, los dedos apuntan; no en vano, la mayor parte de esos dibujos son por sí solos auténticas obras de arte de la aerografía.
Ni que decir tiene que subidas a estos camiones maqueados hasta el último milímetro le otorgan un plus de calidad.
Una nota de color en esta particular pasarela de bellezas en la que no es fácil elegir con cuál nos quedamos.
Modelos, actrices, cantantes, personajes inventados, otros hacen referencia a una novia o simplemente a un sueño, ese que por difícil de conseguir nos conformamos con lucirlo en la cabina de nuestro camión.
Y, claro, que nos acompañe hasta el fin de los tiempos y, de paso, que otros también compartan con nosotros nuestra quimera.