Como norma, la mayoría de los proyectos de camiones decorados centran sus pinturas en personajes famosos, lugares del mundo, homenajes familiares, películas, etc.
Pero en esta ocasión, Kian Humphreys, de KJJ Transport Services, opta por un tema mucho más potente, cargado de emociones y sentimientos encontrados para su Scania R620, un homenaje a los soldados caídos durante la ocupación de Irak, u Operación Telic, tal y como la llamaron los británicos, un conflicto que se prolongó a lo largo de ocho años, entre 2003 y 2011.
Algunos compañeros del propio Kian, quien sirvió durante ocho años en el Ejército británico, otros amigos de amigos, o simplemente hijos, hermanos, tíos, sobrinos, etc., que no volvieron con los suyos, fueron héroes caídos en acto de servicio.
Tony Blair, el primer ministro de aquel entonces, así como Gordon Brown, quien le sucedió en el cargo, y el actual David Cameron, comandaron aquella Operación Telic que se cobró la vida de 4.803 soldados de la coalición, 179 de ellos del Ejército de Reino Unido, mientras que el grueso de estas víctimas, 4.485, eran estadounidenses.
Marcado por las experiencias vividas durante esos ocho años de servicio, lejos de sus seres queridos y quien vio caer a compañeros durante aquel conflicto, en el Truckfest de Peterborough se unió a una organización caritativa en pro de las familias y soldados ingleses heridos, Héroes de Afganistán.
Para lograr esta colosal decoración del Scania R620, en la que ha intervenido la familia al completo, se han armado de paciencia y documentado al respecto, pues tanto en la trasera como en el interior del habitáculo se detallan los nombres de los soldados perdidos en combate.
No en vano se ha realizado 
toda la serigrafía en blanco y negro, así como una extensa selección de imágenes que el experto aerógrafo Adam Hayden ha plasmado cuidadosamente, dentro y fuera de la cabina.
En concreto, en la trasera pueden leerse al menos 50 nombres de compañeros de Kian, impresos sobre un fondo negro para conseguir un mayor impacto visual. Los Humpreys han contado con la paciencia necesaria y el respeto de pedir familia por familia los nombres de los desaparecidos.
Es tan raro un homenaje de estas características, que ninguno de los familiares se ha negado a dar su aprobación a la publicación del nombre de los soldados caídos. De este modo, de forma unánime, todos ellos han sido representados de una forma u otra.
Soldados empuñando un fusil de asalto, otros apuntando tras la mirilla con su objetivo en el punto de mira, mientras otros, tumbados en el suelo, tras un arma de largo alcance, disparan al enemigo. Sobre la quinta rueda, vemos el único detalle en colores, es el sello en memoria de los caídos, rodeado por unas flores rojas.
Tras dos largos años de modificaciones en el Scania, y tras el exhaustivo trabajo de pintura, podemos afirmar que el esfuerzo ha merecido la pena.
El frontal ha cambiado por completo, pues se trata de la primera generación R del constructor sueco, por tanto, el parachoques delantero ha sido reemplazado y el efecto suelo ha sido acentuado con la instalación de una barra Kelsa pintada en negro.
En los laterales, carenados personalizados rematan la estampa, mientras que en la trasera se ha optado por un parachoques envolvente, equipado con luces redondas led.
Para terminar con el apartado de accesorios, una chapa metálica cubre la totalidad de los componentes del chasis, así como los estribos, que han sido terminados en acero inoxidable, y se han montado tubos de escape de 8 pulgadas. Todas estas transformaciones han sido realizadas de la mano de Tranztech.
Por su parte, la cabina sigue la sintonía de la decoración exterior, con los colores blanco y negro. El cuero casi está presente en la totalidad del habitáculo, los armarios decorados cuentan con un efecto luminiscente, y otros 50 nombres de soldados desaparecidos pueden leerse también en la cabina.
Para resaltar el propósito militar del proyecto, destacan la botonera y el salpicadero, los apoyabrazos y tiradores y, sobre todo, el volante. Los efectos son originales y el resultado es sorprendente.
