Historias en carretera, el podcast de IVECO España sobre el mundo del transporte, continúa su tercera temporada con un nuevo y apasionante episodio en que se detiene en uno de los paradigmas que puede revolucionar la forma de entender el transporte por carretera: la conducción autónoma.
Durante los últimos años, la evolución de la tecnología instalada en los vehículos de última generación ha sido espectacular, de tal forma que lo que antes parecía más propio de una película de ciencia ficción, ha pasado a ser una de las claves de la hoja de ruta de los fabricantes de vehículos.
Se puede definir un vehículo autónomo como aquel que es capaz de guiarse por cualquier tipo de vía sin necesidad de tener ningún tipo de intervención humana.
Para llegar a este punto, la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE), definió una escala dividida en cinco niveles con la que se pueden clasificar este tipo de tecnologías dependiendo del grado de intervención del conductor que estas requieran.
Desde el nivel 1, en el que asistentes como el control de crucero adaptativo facilitan la conducción pero nunca eximen al conductor de retirar las manos del volante, al nivel 5, que eliminaría incluso cualquier tipo de elemento del control como un volante o unos pedales de la cabina de un camión, existe un auténtico universo de tecnologías y posibilidades hasta ahora desconocidas.
Jaime Sánchez, Director de la Plataforma Next Generation de camiones medios y pesados de IVECO, se convierte en el segundo invitado de la temporada en visitar los estudios de Historias en carretera. Pocos conocen mejor que él las ventajas e inconvenientes de lo que promete ser una auténtica revolución en el mundo del transporte, y es que su liderazgo y participación en diversos proyectos vinculados a la conducción autónoma le han permitido conocer de primera mano todos sus secretos.
¿Cuáles son las claves del camión autónomo?
Entre las muchas ventajas que puede llegar a ofrecer la conducción autónoma, Jaime Sánchez destacaría especialmente dos de ellas: la seguridad y el ahorro. “La conducción se optimiza, de forma que se gasta menos combustible y hay un menor desgaste de componentes”.
Las posibilidades son infinitas, y es que la conducción autónoma está perfectamente adaptada para trabajar codo con codo con otras tecnologías y es que, como explica Jaime, “si se complementa con el factor conectividad e inteligencia, se pueden llegar a optimizar las rutas”.
A pesar de que el correcto funcionamiento de los camiones autónomos no sólo está probado, sino que ha demostrado los efectos positivos que podría llegar a tener para la industria, la conducción automatizada debe sortear algunos obstáculos que dificultan su implantación en las carreteras.
A nivel tecnológico, los desafíos a los que Jaime y su equipo deben enfrentarse son numerosos. “Nuestro principal reto es hacer converger toda esta cantidad de sensores, análisis y procesamiento de datos dentro del camión para que actúe de manera autónoma”.
La complejidad de este tipo de sistemas no sólo se queda ahí, sino que el desarrollo de una correcta comunicación con su entorno es un fundamental para anticiparse posibles problemas: “en caso de encontrarse con un accidente en una curva, el camión autónomo del futuro se anticipará a ese problema gracias a la conectividad y buscará una ruta alternativa para evitarlo”.
Sin embargo, el principal desafío poco tiene que ver con sensores y cámara: “la tecnología va por delante de la legislación, por lo que el principal reto es encontrar la manera correcta de regular o de homologar este tipo de sistemas”.
Por otro lado, la implantación y aceptación de la conducción autónoma por parte de los usuarios es una de las grandes incógnitas a las que esta tecnología debe enfrentarse.
Sin embargo, el Director de la Plataforma Next Generation está totalmente seguro de que será más sencillo de lo que parece, y es que según él: “el uso y las estadísticas de seguridad mostrarán las bondades de la conducción autónoma”.
Para Jaime, es realmente importante destacar el papel del conductor como parte fundamental tanto en el desarrollo como en la implantación de esta tecnología, por lo que la colaboración entre “el hombre y la máquina” que tantos guiones de cine ha protagonizado, se ha convertido en una auténtica realidad.
De esta forma, Jaime Sánchez subraya la importancia de entender de forma correcta la conducción autónoma: “No estamos desarrollando una tecnología para sustituir al conductor, sino que su objetivo es mejorar su bienestar y seguridad a bordo de un camión”.
¿Cuánto tardará en implantarse la conducción autónoma?
A pesar del increíble desarrollo al que está llegando la tecnología de conducción autónoma, Jaime Sánchez es cauto y asegura que todavía quedan muchos kilómetros que recorrer.
“No sólo fabricamos para Europa, sino para todo el mundo, por lo que su implantación será progresiva y, durante muchos años, el camión autónomo convivirá con vehículos tradicionales”.
Lejos de suponer un problema, este panorama da forma a un perfecto campo de entrenamiento para el camión autónomo, y es que para Jaime, “una de las claves a la hora de enseñar a un camión autónomo a reaccionar ante un imprevisto es enfrentarle a situaciones cotidianas como una incidencia o una maniobra inesperada”.
La conducción autónoma avanza a pasos agigantados, por lo que su llegada está mucho más cerca de lo que todos pensamos: “En torno a 2030, podremos ver un camión con conducción autónoma de nivel 4, es decir, que el conductor vaya descansando dentro de la cabina, en algunos tramos de las principales rutas de transporte de Europa”, aseguraba Jaime con total convencimiento.
El camión autónomo aumentará la seguridad, mejorará los costes operativos, reducirá los tiempos de espera y, por supuesto, mejorará la calidad de vida del conductor; ¿Imaginas ir leyendo un libro o viendo tu serie favorita mientras tu camión circula con total seguridad por una autopista?
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