Desde que el francés Rudolf Diesel inventase en 1883 el motor que lleva su apellido, la historia del transporte está marcada por grandes hitos. Uno de ellos data de casi setenta años después, cuando en 1952, Michelin patentó el neumático radial para camión.
En 1946, la marca francesa con sede en Clermont-Ferrand había registrado la patente de neumáticos radiales para vehículos turismos. El invento sería pronto asimilado por el genérico X. Pocos años después, en 1952, llegaría un auténtico cambio en lo que podría ser el inicio del transporte moderno. La marca llevaba entonces al registro de patentes el del neumático radial para vehículos industriales, en lo que se considera la segunda fase de la radialización. Pero la historia empieza algunos años atrás, a finales de los años treinta. Es entonces cuando uno de los ingenieros investigadores de la casa Michelin, Marius Mignol diseñó un tipo de neumático en que los flancos eran sustituidos por cables metálicos radiales con gran espacio entre ellos. Con el nombre de jaula de moscas es como empezó a denominarse internamente el invento, teniendo en cuenta la particularidad de su arquitectura.
El fabricante de neumáticos confiaba sobradamente en que el recién estrenado invento, el radial, tenía ante sí un interesante futuro por delante.
Las pruebas y todos los tests que se llevaron a cabo arrojaron un interesante y positivo balance: la suela del neumático no se calentaba, mientras que los movimientos de las capas diagonales de un neumático convencional liberaban la mayor parte de su calor por los flancos. El primer turismo en montar de serie estos neumáticos sería el Lancia Aurelia B20, en 1951. Pero quizás Michelin se había adelantado a la época con su extraordinario invento. Entonces hubo que desarrollar trenes de rodaje y sistemas de suspensión que aprovechasen totalmente las cualidades dinámicas y de seguridad que ofrecían las nuevas gomas. Éste fue el caso, en 1955, del famoso Citroen DS, más conocido como el tiburón. Empezaba así la andadura del invento de Michelin en el mercado doméstico, el francés. Mientras tanto, el fabricante de neumáticos continuaba con el desarrollo de la tecnología en paralelo. Así fue como en 1952 la marca cambió el rumbo del transporte con la presentación del primer radial para vehículos industriales.