El Pegaso Super Comet de Pedro Rodríguez
El malagueño Pedro Rodríguez ha completado la restauración de este Pegaso Super Comet dándole especial atención a los detalles, hasta el último milímetro.
El malagueño Pedro Rodríguez ha completado la restauración de este Pegaso Super Comet dándole especial atención a los detalles, hasta el último milímetro.
La tarea de restaurador de vehículos clásicos es más parecida a la del arqueólogo que a la del manitas del taller. Nofre Alba y Tomeu Just aunaron esfuerzos para restaurar esta pieza de arqueología.
Esta joya se restauró hace 25 años. Por entonces el celo en recuperar leyendas del camión estaba aún por ver, pero en citas de coches antiguos, más propicias a la sazón, siempre lució con prestancia.
Pieza a pieza, Jordi Ros y su padre, Antonio ‘El Tonet’, fueron dando forma a sus sueños. Horas de complicidad entre ambos mientras restauraban el Pegaso 1061.
El motor que mueve esta restauración arranca hace varios años, cuando Jesús Marfil decide compaginar sus obligaciones en Transmarfil, empresa de la que es gerente, con la búsqueda de un Barreiros C-38 T por todo el territorio nacional.
Forzosamente no ha de coincidir que quien tenga el camión como profesión también lo tenga como pasión, pero tampoco es menos cierto que cada vez son más los que en España disfrutan de ambas cosas a la vez.
A finales de los años cincuenta, la mayoría de los parques de bomberos españoles tenían en dotación este modelo de camión.
En el transporte por carretera no todo se ha basado siempre en cargar grandes tonelajes, sin más. El Pegaso 1091 ofrecía una solución para una necesidad real del transportista.
Para empezar a contar la historia de este vehículo hay que echar la vista a su parte trasera, allí donde termina el chasis y se levantan incólumes la carbonera y el depósito de un viejo gasógeno que hoy luce impecable.
La aparición de serie de Pegaso encabezada por el modelo 1080 supuso un auténtico bombazo en la España de los setenta. El Pegaso que os presentamos fue uno de esos elegantes setenteros y dedicó su vida al transporte feriante.
Va por carretera y no paran de echarle fotos. Se para y enseguida se le acercan. ¿Cuántos caballos tiene? Este Pegaso llama la atención.
Gerardo García descubrió su pasión por los vehículos antiguos cuando era un joven adolescente que se encaprichó por un viejo Cabriolet. Una de sus últimas restauraciones ha sido la de un Chevrolet Capitol de 1927, que antaño eran conocidas popularmente como “rubias”.
El entusiasmo no es algo que se aprenda, pero, para aprender, tener entusiasmo es una premisa fundamental. Si el brillo en los ojos no se consigue en ninguna sala de operaciones, compartiendo con el joven Sergio una mañana te das cuenta de lo sencillo que a veces resulta ser feliz.