Con la cabina de un Chevrolet de 1954 como punto de partida, este electricista de Canadá ha dado forma a una autocaravana con sabor retro. Detrás de esta belleza hay más de 6.000 horas de trabajo artesano y cinco años de bocetos.
Pues sí que han pasado los años para esta versión del Chevrolet 3100 del gigante automovilístico General Motors. Un exhaustivo tratamiento de envejecimiento y algún que otro desperfecto en los detalles así lo indican.
La ingeniería cubana, mezcla donde las haya de tecnología aplicada a la imaginación, hace que se vaya sustituyendo cada vez más su parque de ómnibus y guaguas por este modo de transporte colectivo.
No es la primera ocasión en la que mostramos en esta sección cómo destartalar un vehículo para darle un aspecto de abandono y dejadez, que aportará a nuestra colección un toque de originalidad. Éste es precisamente, el caso de este Chevrolet.
Gerardo García descubrió su pasión por los vehículos antiguos cuando era un joven adolescente que se encaprichó por un viejo Cabriolet. Una de sus últimas restauraciones ha sido la de un Chevrolet Capitol de 1927, que antaño eran conocidas popularmente como “rubias”.
Pues sí que han pasado los años para esta versión del Chevrolet 3100 del gigante automovilístico General Motors. Un exhaustivo tratamiento de envejecimiento y algún que otro desperfecto en los detalles así lo indican.
Los casi dos kilómetros de recta principal del circuito Motorland Aragón se convirtieron en una singular colmena henchida por un millar de obreras, zánganos y reinas motorizadas en forma de coche, moto, sidecar y, por primera vez, una decena de trucks americanos que guardaron la espalda de tan atronadora legión de joyas rodantes.
El hecho de pararse delante de una de estas gloriosas máquinas que hoy nos ilustran, cerrar los ojos, y escuchar atentamente el sonido del motor, hasta el punto de contar las vueltas del barboteante cigüeñal, nos depara un placentero asalto, que va del oído hacia el resto de los sentidos.
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