Llegó a España persiguiendo una oportunidad como transportista. Pese a la falta de experiencia y los prejuicios, Emi se convirtió en la primera camionera de Mallorca. Hoy es una más en el gremio y su profesión la hace feliz.
A los 50 le cambió la vida. Una llamada de su marido desde Inglaterra le proponía hacerse camionera. Y subirse juntos a la cabina de un camión. De eso hace ya cuatro años y Xelo lo relata como la mejor decisión que haya podido tomar.
Pongamos que hablo de Soria, en la media tarde de un jueves cualquiera: “El lunes empiezas”. “¿Dónde?”. “Francia”. “¿Y voy con alguien?”. “Sí. Vas con el camión”. Como tantas otras veces, cuando María dejó de ver ese desafío como un adversario y pasó a verlo como su aliado, empezó a acariciar el triunfo.
“Es una profesión en la que hay que servir. No solo ser una buena conductora, sino que te tiene que gustar, tienes que servir y, cuando estás al volante, lo más importante es prevenir, cuanto más grande, más claro debes tenerlo”. Así de contundente y de claro lo tiene nuestra protagonista, Cinta Larrosa Valls, de Tona.
Pese a su juventud ya ha recorrido media Europa… En solitario, con su hermano o con otra camionera. De todos los colores. Conocemos a Petra Alexandra Serban.
La iniciativa WoMAN, del fabricante de camiones MAN, ayudará a través de becas que sufragan el 70% de los costes de sacarse el carnet de conducir C o E para camión y el CAP, además de proporcionar un curso experto para conducción segura y eficiente.
“Cuarenta años aguantando que tu padre esté todos los días en la carretera, y ahora te me haces tú camionera”. Esas fueron las palabras de Anselma, madre de Raquel, cuando su hija le proclamó su persuasiva convicción rutera.
Lo lleva tatuado. Lo tiene presente. Desde Asturias se embarca hacia Galicia para surcar el territorio nacional. Suiza, Alemania, Austria o Francia son países a los que también ha llegado. Estefanía disfruta desde “ahí arriba” de lo que hace. “Del camión a mí nadie me va a bajar”. Al contrario.
“Parecerá una tontada –comienza en alto nuestra entrevistada–, pero cuando era una criaja, siempre pasaba al lado de los camiones que estaban cerca del cole y respiraba profundo ante ellos.
Un muro puede saltarse, bordearse o, sencillamente, romperse. Eso es lo que Natalia ha hecho con el construido a base de convenciones como las de que una mujer en Ucrania no puede ser camionera, o que una migrante ha de dedicarse al hogar o el cuidado de personas.
En España, hay unos 250.000 chóferes de camión, pero apenas 5.000 son mujeres. En el Día de la Mujer, ASTIC urge a revertir este alarmante desequilibrio de género en el transporte de mercancías por carretera en nuestro país