Soy camionera: Jovina Cianqueta, a golpe de carácter
Jovina lleva el tiempo suficiente haciendo internacional a bordo de un camión, como para saber sobrevivir en una jungla de testosterona.
Jovina lleva el tiempo suficiente haciendo internacional a bordo de un camión, como para saber sobrevivir en una jungla de testosterona.
Un muro puede saltarse, bordearse o, sencillamente, romperse. Eso es lo que Natalia ha hecho con el construido a base de convenciones como las de que una mujer en Ucrania no puede ser camionera, o que una migrante ha de dedicarse al hogar o el cuidado de personas.
En España, hay unos 250.000 chóferes de camión, pero apenas 5.000 son mujeres. En el Día de la Mujer, ASTIC urge a revertir este alarmante desequilibrio de género en el transporte de mercancías por carretera en nuestro país
De pequeña tenía locura por los camiones. Eduardo, su padre, del que ha mamado esta profesión, solo puede sentirse orgulloso de su Merce. Lo declara a los cuatro vientos.
Con los 40 ya cumplidos, Carmen puso su brújula con rumbo al camión. En el puerto de Barcelona echó el ancla, y allí ha encontrado el remanso diario de sus largas jornadas ruteras.
En Jaén la V de Victoria se iza cada día en las instalaciones de Transportes Jesús López. Ella comanda la flota de esta firma, con unos veinte tráilers de alto nivel; pero cuando su mano empresarial requiere de su camionera mano, un rayo andaluz salta del despacho al asfalto en medio segundo.
Esta manchega afronta la madurez con las ideas claras y un mantra grabado a fuego en el alma: hay que intentar superarse. De pequeña ya sabía qué quería ser de mayor: camionera. Mar González no tiene dudas: “Yo he nacido para esto”.
De madre parisina y padre valenciano, nuestra camionera cogió el volante de un camión casi de forma natural. Ella lo transformó en su pasión.
Para esta joven camionera la vida se manifiesta cada amanecer en forma de caja envuelta con un lazo, donde al abrirla encontrará las especias con las que granar sus próximas 24 horas en el camión.
Esta granadina inquebrantable recorre al mes 14.000 kilómetros en ruta a Inglaterra. Iba para taxista, pero su padre se negó. Así que se hizo camionera. Apenas pisa su casa de Monachil, no tiene tiempo para vida social, pero acepta de buen grado los rigores del oficio. Como ella misma dice, “la soledad es el precio de la libertad”. Esta es Conchi Rodríguez.
En Yoli la vida es rima continuada. Como pequeña de nueve hermanos, es fácil imaginarla deslizando embelesos en su infancia, Montejano arriba y abajo. Si la Novena fue la última Sinfonía compuesta por Beethoven, en idéntica cifra se plantaron también sus padres, Juliana y Pedro, al crear sus obras particulares.
Aunque se sacó el carnet de conducir camiones a los cuarenta, Mª teresa García Villaverde ya había recorrido más de medio mundo, haciendo autostop en camión. De Galicia a Venezuela, de Venezuela a Israel, Egipto y Grecia, para quedarse en España.