Difícil no emocionarse escuchando a Álvaro Ortiz. Autónomo, veinte años de transportista, implicado, indignado, a veces abatido, pero siempre con ganas de seguir luchando por un trabajo digno.
“No se puede permitir que trabajemos por debajo de costes, a precios de hace quince años, cuando todo sube. No tenemos vacaciones, comemos en el camión lo que nos podemos traer de casa. Vamos tirando a base de recortes, apurando neumáticos, mantenimientos, reducimos calidades y nos lo quitamos de nuestro salario. Aguantamos sacándonos un jornalillo, pero eso quema mucho. Echar la persiana cuesta, pero más de uno lo está dejando porque no se puede soportar más. El desgaste psicológico es difícil de aguantar y el económico, ni te cuento”.
En Álvaro personalizamos esta lucha, pero solo queremos que sirva de ejemplo. Simplemente él es uno de esos muchos autónomos que lo están pasando muy mal, que están trabajando en precario, mientras el puerto, la principal fuente de ingresos de la Comunidad Valenciana crece, como así lo hemos contado, ellos se están empobreciendo. Y a marchas forzadas.
La difícil situación de los autónomos que trabajan en el puerto de Valencia llevó a Álvaro, junto con otros ocho socios fundadores, a dar forma a Asotraport (Asociación de Transporte Portuario). Esto fue en junio de 2017. Arrastrados por el firme propósito de mejorar el entorno laboral de los transportistas autónomos del puerto de Valencia, “ya que la asociación que había defendido esos derechos durante años había cambiado el rumbo y se había convertido en una asociación de servicios”, nos cuenta el presidente de Asotraport.
En la actualidad ya son 120 compañeros que siguen trabajando y luchando por el sector, que se reúnen con la Administración; organizan diferentes movimientos, como las marchas organizadas por Asotraport del 29 de octubre de 2018 o la del 19 de noviembre. “Estamos trabajando en la mayoría de los casos por debajo de los costes, llegando a hacerlo por la mitad de las cifras que publica el Ministerio de Fomento en su Observatorio de Costes y, además, con largos plazos de pago que en ocasiones superan los 150 días”.
Ante este panorama, nos continúa explicando Álvaro Ortiz, mientras espera a que le carguen en un depósito de contenedores, “el objetivo de la asociación, que no tiene ánimo de lucro, es mejorar nuestro entorno laboral para dejar atrás la situación de precariedad que sufrimos, sumando compañeros autónomos que se sientan identificados con estas problemáticas”.
Como bien nos apunta Álvaro, el de las tarifas es uno de sus caballos de batalla: “Queremos que la Administración tome medidas en el asunto. Buscamos una regulación inmediata y el pleno cumplimiento de las leyes vigentes. Esto se ha convertido en una jungla en la que nosotros somos los últimos de la cadena. Perdemos derechos, estamos trabajando por una miseria”.
Asimismo y con el decálogo de reivindicaciones de Asotraport en la mano, la asociación pide la revisión cada tres meses del índice corrector de la cláusula de gasoil según el artículo 38 de la Ley 15/2009, así como el reconocimiento de las enfermedades profesionales. Sin olvidarse de la rebaja de la edad de jubilación de los transportistas a los 60 años.
Contra la competencia desleal
También rechazan desde Asotraport la subcontratación descontrolada, la figura del falso autónomo, los tenders o la competencia desleal. La asociación también se opone a la obligatoriedad de circulación de camiones por autopistas de peaje, salvo que sean de forma voluntaria y gratuita. También rechazan las 44 toneladas, modificaciones de MMA o dimensiones de los camiones.
“Los transportistas autónomos somos parte importante de este negocio y, a la vez, los más perjudicados por culpa de la avaricia de los intermediarios. Solo nos queda defender nuestra labor, nuestra dignidad. No nos podemos conformar”, concluye el presidente de Asotraport.