A través de estas empresas importadoras, Pascal encontró precisamente lo que estaba buscando. Un Peterbilt 359 le estaba esperando en las instalaciones de Donovan Used Cars almacenando polvo y con más de treinta años de profesión a sus lomos.
Apenas algunos clics en su ordenador bastaron para encontrarlo, y en febrero de 2006 formalizó la compra del viejo americano, fijando el precio en 12.500 dólares después de un duro regateo con la campa estadounidense. Pascal se ha hecho con el camión virtualmente, pero ahora viene una de las partes más difíciles y costosas, traerlo a Europa lo más rápidamente posible.
Para ello, debe contactar con un transportista de vehículos especiales para el trayecto en suelo americano y un transitario para el viaje en ultramar.
Pascal realiza ambas gestiones acordando precios cerrados en ambos casos; para el segundo, pacta con un granelero, menos caro que un portacontenedores, que realizará la travesía desde Baltimore vía Zeebrugge, puesto que para llegar hasta Le Havre la travesía es más larga (alrededor de un mes) y también se encarece considerablemente.
La transacción total del transporte le ha salido por la misma cantidad que pagó por el Peterbilt, nada menos, y eso que ahorró alrededor de mil euros al desembarcar el Pete 359 en el puerto mercante belga.
Parece que la parte del proceso más complicada ya la ha superado, pero ¿realmente es así? Para pasar la aduana francesa es necesario probar que quedan menos del 2 % de este tipo de vehículos treintañales. Después de pasar algunas horas al teléfono con PACCAR, Pascal se da cuenta de que intenta realizar una misión casi imposible.
Deseando encontrar una solución rápida y favorable a su problema, vuelve a llamar a la aduana y por fin da con una persona competente y con ganas de ayudarle. Ésta le certifica que si el vehículo cuenta con más de 30 años y se conserva en su estado original, con una foto que lo corrobore, el Pete será considerado Vehículo de Colección. Esta opción le permitirá ahorrarse hasta 3.500 euros en trámites burocráticos.
A principios de agosto, Pascal todavía está liado con papeleos y por fin consigue las autorizaciones para su homologación en Francia, así que nuestro amigo sale con su hijo para recuperar su “juguete”. Una vez allí es necesario cerca de hora y media para llevarse su Peterbilt. Pascal cede a su hijo Renaud el honor de ser el primero en subirse al camión y poner en marcha la mecánica del gigante americano.
El siguiente paso para este francés es la personalización del Peterbilt 359. Para ello, ideas no le faltan a Pascal y, aunque en su cabeza hay una imagen clara del resultado que quiere, debe ordenar las ideas para explicárselo al decorador Thierry Gremillet, artista reconocido en tierras galas. El color naranja y el grupo musical australiano AC/DC serán los protagonistas.
Tres años más tarde de la adquisición del vehículo, durante los cuales tanto Pascal como su hijo han realizado varios viajes a EE.UU. para comprar piezas de recambio que difícilmente se encuentran en Francia o Europa. Como un parachoques Texas, los faros delanteros, montados sobre los conocidos soportes JJ, o las luces traseras en forma de cruz de Malta, entre otros accesorios que nuestro amigo encontró en la empresa especializada de Jolpin, CSM (Chrome Shop Mafia), en Missouri.
Asimismo, el vehículo también incorpora elementos como los cuernos sobre los faros y el Pato loco que forman parte de la decoración del capó con una clara referencia a la película “El convoy”. En cuanto a los tubos de escape, son obra del propio Pascal, que cuenta con unas dimensiones considerables de 180 milímetros.
Con el color naranja, anteriormente citado, Pascal rinde homenaje a Reliable Carriers (Transporte Fiable), una de las empresas más emblemáticas de transporte en Estados Unidos.
En cuanto a la legendaria banda, fundada por los hermanos Young en 1973 y unida en 1974 (año del Peterbilt) al vocalista Bon Scott, la decisión de unir ambas pasiones de Pascal estaba más que claro. Pascal, ferviente fan del grupo desde el primer día, ha querido homenajear la mítica formación pintándola en su camión.
“Scott y su peculiar voz vinculada a la diabólica guitarra Gibson SG de Angus Young les propulsó a lo más alto de música”, afirma Pascal. Separados por el destino en febrero de 1980, es el actual cantante Brian Johnson quien recoge el relevo, aunque para Pascal, Bon no tiene sustituto alguno.
“Let there be rock”, uno de los discos más célebres de la banda, viene representado en el flanco izquierdo del sleeper, donde es palpable la complicidad entre Angus y Bon. En el lado derecho, surge la famosa portada del álbum “Highway to Hell”, con la formación de AC/DC al completo.
Aunque con respecto a la portada original, Gremillet cambia el color de la corbata de Angus Young, que en realidad era beige y marrón, por el azul marino y el rojo burdeos, a petición de Pascal, un pequeño recordatorio de su anterior oficio como conductor de autobuses. Cualquier recuerdo o pasión tiene su rincón en este treintañero Peterbilt 359 AC/DC que a pocos les pasará desapercibido si se cruzan con él en nuestras carreteras.