La llamada Carretera del Atlántico, en noruego Atlanterhavsveien, une a lo largo de 8,3 kilómetros la isla de Averøy con el continente y la península Romsdalshalvøya.
La carretera, abierta en 1989, está construida sobre varias islas e islotes pequeños, que están conectados por varios terraplenes, viaductos y ocho puentes. Las tormentas de otoño hacen que las olas rompan con especial violencia.
De hecho, los obreros que construyeron esta vía tuvieron que hacer frente a 12 huracanes. Conducir por estos lares supone, muchas veces, un peligro más que evidente, aunque la belleza de este paraje merece la pena una visita.